La historia de la banda de los Santana, lidera por Juan Carlos, comienza hace mucho tiempo atrás. Recién en 2012, la Justicia comenzó a investigar a toda la familia y comenzaron a estar en la mira de la Fiscalía. Para esto, la banda narco ya estaba consolidada y había logrado expandirse a lo largo del Oeste neuquinos, pero iban a tener algunos contratiempos con sus principales enemigos: Los Champú.
Esta lucha por el territorio comenzó a evidenciar la actividad criminal por parte de ambas bandas. Se enfrentaban a tiros y toda valía, con tal de empoderarse. Los Santana estaban establecidos en la ciudad y no iban a permitir que otra banda interviniera en su negocio. Así iniciaron la lucha de poder, que no iba a terminar bien.
Los innumerables enfrentamientos iban a poner a las dos bandas en riesgo. Porque detrás de ellos existía todo un aparato social y político que le daban asidero para ser los reyes del narcotráfico. Los Santana tenía luz verde y los Champú buscaban lo mismo. Santana corría con ventaja ya que trabaja como chofer en el Ministerio de Trabajo y Desarrollo Social. Este trabajo le permitía moverse por la ciudad con total libertad. Además, que tenía la fachada perfecta para no levantar sospechas. Toda su familia estaba involucrada y también reclutaba a menores de edad para que sean sus soldaditos. Los usaba para distribuir la droga por todo el Oeste.
Mientras que la banda de los Champú, lidera por Juan Pablo «el bolita» Alveal de 26 años, iba a ponerse en riesgo por su alto perfil. Su juventud le jugó una mala pasada, creyendo que iba a poder desterrar a los Santana y quedarse con el Oeste neuquino, así fue que en 2015 quedó detenido. La justicia lo investigaba por los delitos de robo, encubrimiento, hurto y lesiones de arma de fuego.
En el operativo que lo dejó tras las rejas también se llevó a otras 13 personas, integrantes de su banda, que fueron demoradas. Los reiterados enfrentamientos los pusieron en la mira y sin lugar a dudas que un punto de inflexión fue el ataque que protagonizaron contra un ferretero a quién se enfrentaron a tiros. Ese fue el puntapié para su caída. También ocurrido en 2015. El comerciante les respondió de la misma, harto de las amenazas y las balaceras, y fue cuando de ese episodio resultó muerto un adolescente de la banda de los Champú. Cuando Alveal fue condenado y alojado en el Penal U11 de Neuquén, en 2016, terminó suicidándose en su celda.
La caída de los Santana
Dos años después de los Champú, la caída del banda de los Santana daba sus primeros pasos. Todo comenzó en 2017 cuando se le inició una causa por robo calificado por el uso de arma de fuego a Juan Carlos. Lo condenaron a 4 años de prisión en 2018. Y mientras estuvo preso siguió cobrando su sueldo como empleado provincial. Este dato es más que significativo ya que pone en evidencia los fuertes vínculos y apoyo que tenía Santana por parte del gobierno provincial.
Inclusive siguió vinculado al Ministerio de Trabajo y Desarrollo Social ya que recién el pasado 9 de septiembre de este año, a través de un decreto publicado en el Boletín Oficial fue que el Poder Ejecutivo lo desvincula argumentando un trabajador que cuenta con antecedentes penales no puede seguir trabajando para la provincia. Y la pregunta ahora: ¿Qué va a hacer Santana? Porque está claro que este gobierno le soltó la mano. Y sin trabajo formal: ¿Retomará su actividad de narcotráfico? ¿Alguna vez la dejó? ¿Con quién transará para seguir siendo el líder del Oeste para seguir a la cabeza del narcomenudeo?