Cada martes 13, una ola de supersticiones recorre gran parte del mundo hispanohablante, evocando antiguos mitos y creencias que han convertido a esta fecha en símbolo de mala suerte. Aunque no hay evidencia científica que respalde estos temores, su arraigo en la cultura popular es innegable.
El origen de la mala fama del martes 13 es una mezcla de influencias cristianas y romanas. Una de las teorías más populares vincula el número 13 con Judas, el traidor de la Última Cena, y con los 13 espíritus malignos en la Kabbalah judía. Además, el capítulo 13 del Apocalipsis es donde aparece el anticristo. Por su parte, el martes toma su nombre de Marte, el dios romano de la guerra, asociado con la destrucción y la violencia, lo que hace que este día sea considerado como de mal augurio.
La combinación de Marte y el número 13 ha dado lugar a una serie de refranes y advertencias que persisten en la actualidad. «Martes 13, ni te cases ni te embarques» es una de las frases más conocidas, reflejando la idea de que en este día es mejor evitar tomar decisiones importantes o iniciar proyectos significativos.
Para los más supersticiosos, existen una serie de recomendaciones para evitar la mala suerte en un martes 13. Entre ellas se incluyen no pasar por debajo de escaleras, evitar romper espejos, no derramar sal y evitar cruzarse con gatos negros. También se desaconseja realizar viajes o reuniones con 13 personas, y se sugieren prácticas como no levantarse con el pie izquierdo o no poner zapatos nuevos sobre la mesa.
Además, es común escuchar que en este día es mejor no realizar acciones como cortar ambos extremos de una barra de pan o dejar un mantel blanco en una mesa durante la noche. Para muchos, estas precauciones pueden parecer exageradas, pero para otros son un recordatorio de las antiguas creencias que aún persisten en la vida cotidiana.
La fobia al martes 13 es compartida en muchos países de habla hispana, mientras que en otros, como en el mundo anglosajón, es el viernes 13 el día que carga con el estigma de la mala suerte. En estos casos, la superstición se vincula a la crucifixión de Jesús y a la persecución de los caballeros templarios, que comenzó un viernes 13 de octubre de 1307.
Pese a su popularidad, el martes 13 no cuenta con ninguna base científica que respalde sus connotaciones negativas. Sin embargo, su poder en la cultura popular es innegable, lo que ha llevado a muchos a evitar ciertas actividades en esta fecha, por si acaso.