
El presidente Javier Milei está en el centro de la controversia tras borrar un tuit en el que promovía una criptomoneda de dudosa procedencia. El mandatario aseguró en una entrevista con TN que su intención no fue cometer un error, pero la oposición y parte de la opinión pública cuestionan su responsabilidad en el caso.
En diálogo con Radio 7, Mayra García, periodista de la agencia Noticias Argentinas, explicó que el escándalo estalló cuando Milei anunció la criptomoneda en su cuenta de X, generando un gran interés entre inversores. Sin embargo, horas después, el mensaje fue eliminado sin explicaciones claras. Según Milei, fue una acción personal y no institucional, pero críticos argumentan que su influencia como presidente no puede desvincularse de sus publicaciones en redes sociales.
El mandatario intentó minimizar el impacto del caso al señalar que la cantidad de afectados no era la que se informaba. En su entrevista, sostuvo que la cifra de 44.000 inversores perjudicados era exagerada, aunque no negó que hubo personas que perdieron dinero tras su publicación.
Uno de los inversionistas afectados es el hijo de Diego Fantili, quien confirmó que su hijo de 23 años perdió dinero en la operación. Este testimonio refuerza la preocupación sobre el impacto de la promoción presidencial en redes sociales y su influencia en los mercados financieros.
La justicia argentina ya comenzó a investigar el caso y la jueza María Servini agrupará las denuncias para determinar posibles delitos. También en el Congreso se estudia la posibilidad de abrir una comisión investigadora para analizar la responsabilidad del presidente en el episodio.
El escándalo tomó otra dimensión cuando se filtró un video donde Santiago Caputo interrumpe la entrevista de Milei. Su intervención generó dudas sobre la estrategia de defensa del gobierno, al advertirle al mandatario que no hiciera ciertas declaraciones que podrían afectar su situación judicial.
El presidente intentó distanciarse de los promotores de la criptomoneda, pero existen evidencias que contradicen su versión. Fotos y registros demuestran que Milei conoció a los principales implicados en el Tech Forum de Buenos Aires y que incluso mantuvo reuniones en la Casa Rosada con algunos de ellos.
El caso genera tensión en el oficialismo, ya que afecta la imagen de un gobierno que hasta ahora se mostraba fortalecido en el Congreso y en la economía. La oposición evalúa diferentes estrategias, desde una investigación legislativa hasta la posibilidad de un juicio político, aunque este último requeriría una mayoría difícil de alcanzar.
Milei enfrenta su primer gran escándalo político desde que asumió la presidencia, y el desenlace del caso podría definir su futuro político y judicial.