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Milton Aguilar: El alma poética de Neuquén que sigue iluminando el viento

Hoy, 26 de abril, cumpliría 91 años Milton Aguilar, una de las figuras más entrañables y trascendentes de la cultura neuquina. Poeta, recitador, locutor, periodista y profundo conocedor de las raíces mapuches, Aguilar dejó una huella imborrable no solo en la literatura y los medios, sino en el corazón mismo de su tierra. Nacido en […]

Hoy, 26 de abril, cumpliría 91 años Milton Aguilar, una de las figuras más entrañables y trascendentes de la cultura neuquina. Poeta, recitador, locutor, periodista y profundo conocedor de las raíces mapuches, Aguilar dejó una huella imborrable no solo en la literatura y los medios, sino en el corazón mismo de su tierra.

Nacido en 1934 en Bajada del Agrio, Milton heredó de su abuela materna su sangre mapuche y de su padre, policía de campaña, el espíritu errante que lo llevó a recorrer de niño parajes como Tricao Malal, Chos Malal y Picún Leufú. Esa infancia moldeada entre el viento, los ríos y la soledad del paisaje, quedó impregnada para siempre en su poesía.

Desde pequeño mostró una inclinación especial por la palabra. Su dicción, su memoria prodigiosa y su temple en los recitados escolares auguraban el camino que después recorrería con pasión: el de la voz que abraza y que convoca.

El joven de voz profunda que conquistó la radio
A los 11 años, empezó a recitar en LU5 Radio Splendid de Neuquén, y a los 15 ya era el locutor más joven de su época. Alfredo Cruz, Rita Salto y Magda Byrne fueron sus maestros. Integró además la compañía de radioteatro «Amancay», llevando historias y poesía a los rincones más apartados de la provincia.

Intentó estudiar medicina en Rosario, pero la necesidad económica lo devolvió a su primer amor: la radio. Volvió al sur convertido en un hombre de voz reconocible y comprometido con su tierra. También fue maestro rural en Kilca, cerca de Aluminé, donde aprendió de primera mano la dureza y la belleza de la vida en los parajes aislados.

Una voz que hizo historia
Milton fue uno de los primeros en obtener el título de Locutor Oficial Nacional en Neuquén. Su paso por Buenos Aires lo llevó a trabajar en Radio Rivadavia, Radio El Mundo, Splendid y Canal 11, compartiendo escenario con grandes figuras como Héctor Larrea, Antonio Carrizo y Juan Carlos Rousselot.

De regreso en su provincia, fundó Aguilar Producciones, una de las primeras agencias de publicidad regionales, y condujo programas emblemáticos como Arriando ensueños, Caravana, Camino, canto y guitarra y el inolvidable La Posta del Resero, que condujo junto a Dante Alvarado durante más de dos décadas.

Su programa radial dedicado a las escuelas rurales y su labor en Canal 7 de Neuquén durante la década del 70 lo consolidaron como un comunicador cercano, querido y profundamente respetado.

El poeta que abrazó sus raíces
Milton Aguilar no solo escribió sobre Neuquén: vivió Neuquén. Desde su participación activa en la Asociación Amigos del Aborigen Neuquino (ADAN) hasta su lucha por el reconocimiento de los nombres mapuches en los registros civiles, su compromiso con los pueblos originarios fue inquebrantable.

Fue también impulsor de festivales folklóricos en toda la Patagonia, jurado en certámenes en Argentina y Chile, y organizador de espectáculos donde artistas como Mercedes Sosa, aún desconocida en esos años, pudieron ser escuchados.

Su obra más conocida, «Quimey Neuquén», fue musicalizada por Marcelo Berbel y ha sido interpretada por artistas como José Larralde, Peteco Carabajal y Rubén Patagonia. Tal fue su impacto que una versión de esta canción llegó a la serie internacional Breaking Bad, llevando el eco de la tierra neuquina a todo el mundo.

Otros poemas suyos, como Luna y Michay, ¡Ay! Pehuén o Dinastía de piedra, también fueron musicalizados y grabados por grandes voces del folklore argentino.

Un militante de su tiempo
Milton no separó nunca su arte de su compromiso social. Participó activamente en el operativo de regreso del General Perón en los años ’60 y fue candidato a intendente por el Frente de Izquierda Popular (FIP) en 1983, mostrando que para él la poesía y la política compartían el mismo motor: el amor por su gente.

Integró comisiones vecinales, participó en el Tiro Federal, en los Bomberos Voluntarios, y fue el primer presidente de la Comisión de Fomento del paraje Rincón de las Perlas.

Sus últimos años y su legado
La vida de Milton Aguilar estuvo marcada por profundas alegrías y también dolorosas pérdidas. La muerte de su hijo Gabriel en 1995 aceleró el avance de un Mal de Alzheimer que deterioró su salud en sus últimos años. Falleció el 2 de octubre de 2001 en Neuquén, dejando una estela de admiración, gratitud y afecto.

Su obra fue recogida en libros, discos y antologías. Ñuque Mapu Neuquén y El Cantún Mapu son algunos de los testimonios de su talento y de su amor incondicional por la Tierra Madre.

Hoy su memoria vive en calles, plazas, escuelas y radios que llevan su nombre. Fue declarado Personalidad Ilustre Post Mortem por la Legislatura de Neuquén, y su canción Quimey Neuquén fue reconocida como canción oficial de la provincia.

Como decía la historiadora Vicky Chávez, «Milton Aguilar fue un poeta que supo ponerle versos al amor que sentía por la Tierra Madre». Un hombre sencillo, profundo, luminoso, que entendió que la poesía no es un lujo: es una necesidad vital.

Hoy, a 91 años de su nacimiento, recordamos a Milton Aguilar como lo que fue:
un hombre tierra,
un cantor de la memoria,
un viento de palabras que sigue soplando sobre Neuquén.

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