El 66 aniversario del escudo de la provincia de Neuquén se celebra hoy. A 8 años de la muerte de su creador se lo conmemoró en una emotiva entrevista con su hija, esta mañana en Radio 7. Recordó significado cultural y simbólico. El escudo, creado en 1958, representa no solo la identidad neuquina, sino también el legado de su mentor, Aldo Mastice.
Durante la entrevista, la hija del creador del escudo, Claudia Mastice, compartió recuerdos y anécdotas sobre su padre, quien dedicó su vida a plasmar la esencia de Neuquén en esta emblemática insignia. “Hoy es un día muy especial, no solo por el escudo, sino por lo que representa para nuestra provincia”, afirmó a Radio 7 Claudia.
Aldo Mastice, un apasionado dibujante y piloto, fue el autor del escudo desde sus inicios. Su visión le permitió captar la grandeza de Neuquén desde el aire, inspirándose en las montañas y la rica flora local. “Desde el cielo, se podía ver el pico del Lanín, una montaña representativa”, recordó Claudia, resaltando la importancia del entorno natural en el diseño.
El escudo de Neuquén no es solo un símbolo de identificación; también incluye elementos distintivos como la araucaria, un árbol milenario que es emblemático de la región. “Las manos entrelazadas en la base del escudo representan la unión de nuestra gente y la riqueza natural que nos ofrece el territorio”, explicó Claudia.
La presentación del escudo en 1958 fue parte de un concurso, donde Aldo, utilizando el seudónimo “Ñancu”, presentó dos diseños. El escudo elegido ha perdurado en el tiempo, reflejando la identidad provincial con sus colores y símbolos representativos. “El otro diseño nunca lo vimos, pero este tiene un significado especial para todos los neuquinos”, dijo Claudia.
La hija de Mastice destacó la relación entre el escudo y otros símbolos provinciales, como la bandera, también diseñada por Aldo. La conexión entre ellos se percibe en los elementos visuales que comparten, consolidando la imagen de Neuquén en el ámbito nacional.
Aldo Mastice fue reconocido por su generosidad y compromiso con la cultura neuquina. Aunque falleció hace ocho años, su legado continúa vivo a través de su obra. “Era un hombre comprometido con la provincia, siempre buscando representar nuestra esencia en sus creaciones”, comentó Claudia, visiblemente emocionada.
La celebración del escudo coincide con un momento de reflexión sobre la identidad neuquina y la importancia de los símbolos en la construcción del sentido de pertenencia. “Quiero ver a Neuquén levantarse y prosperar”, añadió Claudia, aludiendo a la situación actual de la provincia y el país.
“Este escudo no solo es un símbolo, es un reflejo de quienes somos”, concluyó Claudia, reafirmando el valor del escudo en la vida cotidiana de los neuquinos. La charla, repleta de nostalgia y orgullo, dejó un mensaje claro: la historia y el futuro de Neuquén están entrelazados en su escudo.
