Por Abel Rojas

Este viernes será un día donde ya no se podrá hablar de proselitismo en medios de comunicación o actos públicos. Salvo en redes sociales donde nunca el brazo de la justicia pudo controlar el silencio obligatorio de ley. Sin embargo, hemos escuchado y leído sugerencias de a quién votar. Uno no dice moralmente está mal o bien. Es decisión de cada uno y exclusiva responsabilidad revelar o militar una idea.

Pero tratemos de ser lo más objetivos posibles. Ya te dije que no votar no sirve. Tu pregunta es «¿a quién?». Veamos. Un equipo de gobierno debe ser armado con muchos años de antelación. Un ejemplo claro es el crecimiento de dos mandatos de Macri como Jefe de gobierno para poder llegar a la presidencia. ¿Ambos tienen equipos aceitados? Claramente no. Estamos en tiempos donde gane quien gane deberá afrontar un severo ajuste para poder ordenar o comenzar a organizar una economía en llamas. Con esto no te estoy diciendo que X es Y y que Z es A, como lo harían otros. Simplemente, con todas las disidencias que puedo tener, que hace falta oficio y ser piloto de tormentas para lo que viene.

En algún momento los fanatismos y las antinomias que cruzaron la historia argentina desde su inicio deben terminar. Así como terminaron los gobiernos de facto. Debe pasar lo mismo en la política si pretendemos que nuestros hijos y nietos puedan tener la chance de vivir en un país ordenado. El domingo es tu decisión y la de todos. Hay cuatro años por delante. Elijamos bien.