Publicidad Cerrar X

Peligros en redes sociales: la importancia del acompañamiento adulto

  Vivimos en un mundo donde las redes sociales son parte del día a día de nuestras infancias y adolescencias. Ellos nacieron con un celular en la mano, pero nosotros no. Y eso nos desafía. Como adultos, muchas veces sentimos que no llegamos, que no entendemos del todo, o que nos cuesta poner límites sin […]

 

Vivimos en un mundo donde las redes sociales son parte del día a día de nuestras infancias y adolescencias. Ellos nacieron con un celular en la mano, pero nosotros no. Y eso nos desafía. Como adultos, muchas veces sentimos que no llegamos, que no entendemos del todo, o que nos cuesta poner límites sin invadir.

Pero lo que sí sabemos es que queremos cuidarlos. Queremos que estén bien, que puedan disfrutar de lo bueno que traen las redes, pero sin quedar atrapados en sus peligros. Y para eso, no hay fórmulas mágicas, pero sí hay algo fundamental: acompañar desde el amor y la escucha.

Es fundamental prestar mucha atención al uso que niños y adolescentes hacen de las redes sociales. Pero prestar atención no significa solo controlar, sino sobre todo acompañar.

Como adultos, necesitamos informarnos, asesorarnos, investigar, hablar con otros, escuchar cómo se manejan las redes, aunque a veces los chicos no quieran contarnos. Muchas veces lo hacen por cuidar su intimidad o porque temen ser juzgados.

Por eso, construir confianza es clave: que sepan que pueden contarnos lo que sea. Casos como los ocurridos en Vista Alegre pudieron salir a la luz porque alguien habló. Si no, podrían haber escalado aún más.

Es esencial poder hablar, generar espacios donde se pueda decir sin miedo. También enseñarles a guardar evidencias, como los chats, y entender que todos cometemos errores, desde los adultos hasta los más chicos. Cosas que en un momento parecen inofensivas, después pueden generar arrepentimiento.

Tenemos que hablar también de los peligros reales y de los límites personales: hasta dónde quiere llegar cada uno, según su edad, madurez y comprensión.

Hoy, series como Adolescentes o Atrapados ponen estos temas sobre la mesa. Está bueno aprovecharlas para abrir el debate en familia, charlar con los chicos, preguntarles qué piensan:
“¿Es así como lo muestran?”, “¿Qué harías vos en esa situación?”

Estas conversaciones son fundamentales. Porque el verdadero cuidado empieza por escuchar, confiar y hablar.

Desde Fundación Siendo, creemos que acompañar a las infancias y adolescencias también es crear comunidad, tender redes entre familias, escuelas, y espacios sociales. Porque cuando hay diálogo, hay cuidado. Y cuando hay cuidado, hay futuro.

Lic. Laura Collavini. 

Psicopedagoga. Directora Fundación Siendo. 

Relacionados