Guillermo Pezoa, operador del Centro de Fortalecimiento Familiar Valentina, ha expresado su preocupación y frustración por las condiciones en las que actualmente opera este centro, el cual atiende a familias vulnerables en varios barrios de Neuquén, incluyendo Pilar, Las Gaviotas y Canal 5. A pesar de ser un espacio crucial para la asistencia social, la falta de infraestructura básica está poniendo en riesgo la efectividad de sus tareas y el bienestar de los beneficiarios.
El principal problema señalado por Pezoa es la ausencia de gas natural, un inconveniente que ya ha persistido por más de dos años, afectando el desarrollo de diversas actividades esenciales dentro del centro. «Es un conflicto de larga data que no ha sido resuelto, a pesar de los intentos de la gestión anterior y de la actual. La falta de gas es un obstáculo que limita nuestra capacidad para ofrecer un ambiente adecuado para las familias que atendemos», comentó Pezoa.
El Centro de Fortalecimiento Familiar Valentina, que depende de la Subsecretaría de Familia, juega un papel fundamental en la asistencia a las familias en situaciones de vulnerabilidad, especialmente aquellas derivadas por los juzgados de familia o la Defensoría de Niños, Niñas y Adolescentes. En este contexto, los profesionales del centro —que incluyen psicólogos, trabajadores sociales y administrativos— desarrollan estrategias psicosociales diseñadas para apoyar a las familias en procesos de rehabilitación y reconstrucción familiar.
«La intervención es siempre personalizada y se realiza con el apoyo de diversos profesionales que adaptan las estrategias de acuerdo con la situación específica de cada familia. Además de la asistencia psicosocial, también gestionamos recursos para facilitar el acceso a servicios básicos», explicó Pezoa.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos continuos por parte del equipo del centro, las condiciones de trabajo siguen siendo precarias. El operador destacó que la falta de comunicación con las autoridades de la provincia ha dificultado la solución de este problema. Según comentó, «No hemos tenido una respuesta clara desde la dirección provincial ni desde el subsecretario de Familia, Martín Xusti. A pesar de haber trabajado durante todo el año pasado en una mesa técnica para encontrar alternativas, aún no se nos ha ofrecido un espacio adecuado para continuar con nuestra tarea».
A pesar de las dificultades, el Centro de Fortalecimiento Familiar Valentina sigue trabajando en la atención de las familias más necesitadas de la comunidad. Pezoa remarcó que el centro funciona actualmente en un espacio cedido por el Obispado de Neuquén, pero este convenio ha vencido, lo que coloca al centro en una situación de irregularidad. «Estamos trabajando en un espacio que no tiene convenio vigente desde fin del año pasado. Necesitamos que este convenio se renueve para poder seguir funcionando de manera legal y segura», expresó el operador.
El reclamo de Pezoa y su equipo es claro: exigen mejoras urgentes en las instalaciones del centro, así como una respuesta por parte de las autoridades locales y provinciales. Además, están pidiendo una audiencia con el Ministro Tovar, responsable de su área, para poder discutir en detalle la situación y buscar una solución definitiva. «Lo que pedimos es una respuesta urgente, no podemos seguir trabajando en condiciones precarias. Necesitamos un espacio adecuado, con todas las condiciones básicas para ofrecer un servicio de calidad a las familias que atendemos», finalizó Pezoa.
Este reclamo de los trabajadores del Centro de Fortalecimiento Familiar Valentina subraya una problemática recurrente en varias instituciones de Neuquén, donde la falta de infraestructura adecuada y la burocracia dificultan la atención a las personas más vulnerables. Se espera que las autoridades tomen cartas en el asunto para garantizar que estos espacios fundamentales para la asistencia social puedan seguir operando de manera eficiente y con la dignidad que merecen los beneficiarios de estos programas.