Una pérdida de agua en la intersección de las calles Novella y Barros está generando serios problemas en la zona. El agua se congela rápidamente debido a las bajas temperaturas, transformando las calles en verdaderas trampas para los transeúntes y vehículos.

Vecinos del área han reportado múltiples caídas de motociclistas y ciclistas durante la noche. La esquina afectada se ha convertido en un espejo de hielo, haciendo casi imposible transitar sin riesgo de accidentes. «Toda la noche estuvieron cayéndose motos», comentó un residente afectado.

El origen del problema parece ser una toma de agua rota que, al no ser reparada, continúa derramando agua. Las fugas no solo afectan la calzada, sino que también provocan acumulaciones de hielo en las veredas. «Esto es un peligro constante», aseguró otro vecino mientras señalaba el estado del pavimento.

Las autoridades locales y el EPAS (Ente Provincial de Agua y Saneamiento) se enfrentan a un dilema. Si bien el EPAS es responsable de las reparaciones en la vía pública, las fugas domiciliarias, que son la causa principal de estos problemas, deben ser atendidas por los propietarios con el apoyo de la municipalidad. «El EPAS tiene injerencia desde la vereda hacia afuera, pero desde la toma para adentro es responsabilidad del vecino», explicó un funcionario.

La congestión del tráfico agrava la situación en Néstor Barros, una calle ya saturada debido al cierre de la avenida Necochea. Los vehículos, incluidos colectivos, deben desviar su recorrido, aumentando el riesgo de accidentes en una vía angosta y peligrosa. La municipalidad aún no ha aplicado medidas efectivas como esparcir arena con sal para mitigar el hielo.