Se trata de nueve niños, de los cuales ocho son sordomudos, integrados al sistema de educación pública desde muy pequeños en jardines y escuelas primarias. En el inicio del secundario, deberían haber realizado la integración en el CPEM 19 y por falta de personal capacitado en la enseñanza especial, terminaron en otro establecimiento.
En diálogo con Radio 7, Andrea, madre de un hijo hipoacúsico, explicó la situación por la que los familiares de estos nueve jóvenes están atravesando. “No se logró la integración al CPEM 19, no se ponían de acuerdo en si brindaban una materia de música o expresión corporal y los chicos terminaron en el CPEM 29, un colegio bastante retirado”.
Estos estudiantes con discapacidad pertenecen a barrios aledaños a: La Meseta, 14 de Octubre, Mercantiles, Confluencia, La Sirena, Toma Norte y San Lorenzo. “Los chicos toman hasta dos colectivos para ir a la escuela y una de las falencias principales es la falta de comunicación cuando no se dictan clases”.
La necesidad radica en la falta de intérpretes pedagógicos en las aulas y los salarios bajos que no contemplan la capacidad del profesional en la atención individual y colectiva que requiere el desempeño de su especialidad. “Una solución ineficaz, fue reemplazarlos por maestros intérpretes, pero se requiere de mucho tiempo”, expresó Andrea.
La alarma se enciende a pocas semanas del inicio del ciclo lectivo 2024. “A ver si por favor se ponen la mano en el corazón en el Consejo de Educación, para tomar profesionales capacitados para ejercer”. Se necesita cubrir esos “vacíos” que permitan la inserción de alumnos con discapacidad a las aulas de educación inicial, media y superior dentro del sistema educativo público.