Preocupa una pérdida de agua en intersección transitada de Neuquén

Una importante fuga de agua afecta a los vecinos de la intersección de Ignacio Rivas y Houssay, en la ciudad de Neuquén. La situación lleva más de una semana sin resolverse, generando inconvenientes tanto para peatones como para conductores. Según testimonios de residentes, el agua brota del asfalto y forma grandes charcos que dificultan el […]

Una importante fuga de agua afecta a los vecinos de la intersección de Ignacio Rivas y Houssay, en la ciudad de Neuquén. La situación lleva más de una semana sin resolverse, generando inconvenientes tanto para peatones como para conductores. Según testimonios de residentes, el agua brota del asfalto y forma grandes charcos que dificultan el tránsito en la zona.

El origen de la fuga es incierto y las autoridades no se hacen cargo. Vecinos denunciaron que la empresa de Aguas y Saneamiento de Neuquén (EPAS) fue notificada, pero al acercarse al lugar aseguraron que no tienen caños en ese sector. Ante la falta de una respuesta concreta, la municipalidad también intervino, aunque hasta el momento no hay soluciones a la vista.

La pérdida de agua potable genera un fuerte derroche en un contexto de crisis hídrica. Según datos oficiales, los neuquinos consumen hasta seis veces más agua que el promedio nacional. Sin embargo, una parte de ese consumo no se debe al uso ciudadano sino a la falta de mantenimiento de la infraestructura, lo que provoca fugas constantes en la vía pública.

Desde el móvil de Radio 7, Rigo Castaño, brindó detalles sobre la pérdida que preocupa a vecinos en la intersección de Ignacio Rivas y Houssay.

El anegamiento impacta directamente en la seguridad vial y la movilidad urbana. Conductores deben esquivar los charcos, lo que los obliga a invadir carriles contrarios. Ciclistas y peatones encuentran dificultades para circular, mientras que personas con movilidad reducida ven obstaculizado su desplazamiento.

El deterioro del asfalto es otra de las consecuencias visibles. La acumulación de agua ha generado fisuras en la carpeta vial, debilitando la estructura y aumentando el riesgo de accidentes. Vecinos temen que, de no resolverse a tiempo, la zona quede intransitable.

Las denuncias ciudadanas han sido clave para visibilizar el problema. A través de redes sociales y medios de comunicación, residentes han compartido imágenes y videos que muestran la magnitud del desperdicio de agua y las dificultades que enfrentan a diario.

El EPAS y la municipalidad continúan sin dar respuestas concretas. Mientras ambas instituciones se deslindan responsabilidades, la fuga sigue activa y la problemática se agrava con el paso de los días. Vecinos exigen una solución urgente y la reparación del pavimento afectado.

El caso expone una falla estructural en la gestión del agua en la ciudad. La falta de mantenimiento, el desconocimiento de la ubicación de los caños y la demora en las reparaciones reflejan un problema de fondo que requiere atención inmediata para evitar futuros desperdicios y daños colaterales.

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