Prisión domiciliaria para el comerciante acusado de balear a un adolescente

El comerciante del oeste neuquino señalado por disparar a un adolescente durante un intento de saqueo a su kiosco enfrenta cargos de homicidio en grado de tentativa. A pesar de su detención, estará en prisión domiciliaria debido a amenazas recibidas. La defensa argumentó que no hay suficiente evidencia.

Un comerciante del oeste de la capital neuquina, señalado por disparar a un adolescente en medio de un intento de saqueo a su kiosco, enfrenta cargos por homicidio en grado de tentativa. El juez a cargo del caso ha decidido que el imputado permanezca bajo prisión domiciliaria, ante las amenazas que él y su familia han recibido, y ha ordenado la no difusión de información que permita identificarlo y ubicarlo.

El incidente ocurrió el pasado 21 de agosto, cuando un grupo de aproximadamente siete adolescentes intentó saquear el kiosco. Los jóvenes forzaron la entrada al local y se apoderaron de varios artículos, incluyendo cajas de zapatillas, llaveros, accesorios y auriculares, entre otros.

En medio de la confusión, un adolescente de 15 años, que no formaba parte del grupo de saqueadores, recogió una de las cajas de zapatillas que estaba en la vereda. En ese momento, el imputado, desde la planta alta de la vivienda al lado al local, disparó un arma de fuego que alcanzó al joven en la espalda, causándole una parálisis completa.El adolescente herido fue hospitalizado y ha experimentado cierta evolución, aunque su recuperación total sigue siendo incierta.

En una audiencia realizada este miércoles, el fiscal del caso, Andrés Azar, presentó la teoría de los hechos respaldada por pericias y testimonios de testigos. Solicitó que el imputado sea procesado por homicidio en grado de tentativa debido al uso de un arma de fuego.

Sin embargo, la defensa pública argumentó una «insuficiencia de evidencia» en el caso. Destacaron testimonios contradictorios, la falta de hallazgo del arma utilizada y cuestionaron las entrevistas realizadas por la policía a dos adolescentes de 13 y 14 años, argumentando que debieron haber sido conducidas por profesionales y en un entorno adecuado.

La defensa también destacó que el propio imputado niega su culpabilidad y ha proporcionado su versión de los hechos.

En vista de estos argumentos, la defensa solicitó que no se formulen cargos contra el acusado, calificando la acusación como «insuficiente y prematura». El caso continuará siendo objeto de debate y se espera una resolución en las próximas etapas del proceso judicial.

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