La preocupación por la creciente violencia entre adolescentes en el CPEM 26 de Neuquén capital ha alcanzado niveles alarmantes, generando inquietud tanto entre los padres como en la comunidad educativa. La situación ha sido expuesta públicamente por Karina, una madre de dos alumnas de la institución, quien relató en una entrevista radiofónica la gravedad de los incidentes y la falta de acción por parte de las autoridades.

Incidentes Violentos Recurrentes

Los episodios de violencia no son nuevos. Según Karina, estas peleas organizadas han sido una constante desde principios de año. «Esto viene pasando hace años y los directivos lo saben bien», afirmó. Las peleas, que suelen involucrar a estudiantes y a jóvenes ajenos a la escuela, se planifican con antelación y se difunden a través de redes sociales, donde los videos de las agresiones se comparten y se les añade música, normalizando así estos actos violentos.

Inacción de las Autoridades

La madre denunció la falta de medidas efectivas por parte de las autoridades educativas. A pesar de haber informado sobre los incidentes a la directora del establecimiento, la respuesta fue que «el directivo está atado de pies y manos». Esta inacción genera una sensación de impotencia y desprotección entre los padres, quienes temen por la seguridad de sus hijos. «Lo hago público para que vean cómo están los chicos en la escuela y porque no voy a ser cómplice de que le pase algo a alguno de ellos», enfatizó Karina.

La Influencia de las Redes Sociales

Un factor clave en la propagación de la violencia es el rol de las redes sociales. Los adolescentes utilizan estas plataformas para organizar y difundir las peleas, lo que contribuye a la escalada del conflicto. «Esto pasa porque los chicos organizan las peleas durante el fin de semana y eligen a quién van a agredir», explicó la madre, destacando cómo estas conductas se retroalimentan en el entorno digital.

Violencia Sin Control

Los incidentes no se limitan al horario de clases. Las peleas ocurren tanto a la entrada como a la salida de la escuela, e incluso en presencia de móviles policiales, que según la madre, no intervienen. «Había un móvil en la esquina, pero no hizo nada», comentó. La violencia, que a menudo involucra a varios agresores contra una sola víctima, resulta en escenas preocupantes. «El grado de violencia con el que atacan a una sola chica es impresionante», señaló Karina.

Llamado a la Acción del Ministerio de Educación

Ante la magnitud del problema, Karina hizo un llamado al Ministerio de Educación para que tome cartas en el asunto. La madre subrayó que la situación no solo afecta al CPEM 26, sino que es un fenómeno generalizado en otras escuelas y espacios públicos. «Es un problema grave y esto va a seguir pasando hasta que alguien haga algo», advirtió.

Reflexión Final

La violencia entre adolescentes en el CPEM 26 de Neuquén es un reflejo de un problema mayor que afecta a la sociedad. La inacción de las autoridades y la normalización de la violencia a través de las redes sociales son factores que contribuyen a este preocupante panorama. Es urgente que se implementen medidas efectivas para proteger a los estudiantes y garantizar un entorno escolar seguro y saludable.