Aunque para muchos pasa realmente desapercibido, hay un fenómeno que afecta a todo tipo de pantallas de móviles o televisiones y que estaría empeorando tu salud visual. Conocido como flickering, es hora de que sepas cómo acabar con él.
Al final del día te encuentras con un dolor de cabeza importante y los ojos te molestan. Podrías pensar que es fatiga visual, que en cierta parte también, pero cuidado porque detrás de esto hay más que deberías saber.
¿Todas estas sensaciones te suenan familiares? Pues bien, es posible que hayas sido víctima de un fenómeno conocido como flickering, un problema más común de lo que muchos piensan y que está ganándose un protagonismo, no positivo, como podrías esperar, en el mundo de la tecnología y la salud visual.
Es hora de que conozcas a fondo qué es el flickering, su funcionamiento y cuál es la importancia de este fenómeno en tu salud visual.
¿Qué es el ‘flickering’?
El flickering, que en español se podría traducir como parpadeo, es como ese niño pequeño molesto que no para de darte en la rodilla o llamarte porque quiere que le hagas caso, pero lo hace tan rápido que apenas te das cuenta.
En términos sencillos, se trata de fluctuaciones rápidas en la intensidad de la luz. Es básicamente una luz que se enciende y se apaga cientos o miles de veces por segundo. Eso es el flickering en su esencia.
Está presente en tu vida diaria, desde la pantalla de tu smartphone hasta las luces LED de la oficina, pasando por ese monitor gaming de alta gama que tanto te costó.
En estos dispositivos se trata de cambios en la intensidad de la luz que emiten los píxeles, ocurriendo a una velocidad tan alta que tus ojos no pueden seguirlos de forma consciente. Es un fenómeno que, aunque a menudo pasa desapercibido, claramente hace estragos en tu salud.
Lo llamativo es que ahora esto está cobrando la importancia que se merece y se ha comenzado a prestar atención a ese niño pequeño algo molesto. Fabricantes de dispositivos, expertos en salud visual e incluso organismos reguladores han empezado a tomárselo en serio, buscando formas de minimizar sus efectos negativos y mejorar nuestra experiencia visual.
Así es como funciona este fenómeno en tu monitor y sus causas
Seguramente te preguntes cómo se produce este parpadeo y qué lo genera. Debes saber que hay dos razones:
1. Por la generación de la imagen.
- Para crear la sensación de movimiento en un monitor, es necesario mostrar muchas imágenes por segundo con pequeñas actualizaciones entre ellas. Esto es lo que se conoce como tasa de refresco.
- El cambio rápido entre estas imágenes es lo que produce el parpadeo o flickering.
- Cuanto mayor sea la tasa de refresco —más imágenes por segundo—, menos perceptible será el parpadeo para el ojo humano.
2. Por el sistema de retroiluminación.
- La mayoría de los monitores utilizan retroiluminación LED controlada por PWM —modulación por ancho de pulso—.
- El PWM consiste en encender y apagar rápidamente la retroiluminación para controlar el brillo de la pantalla.
- Estos ciclos de encendido y apagado, aunque sean muy rápidos, pueden producir un parpadeo perceptible, especialmente a niveles bajos de brillo.
Es importante entender que no todo el flickering es igual. Algunos tipos son más molestos que otros, y sus efectos pueden variar desde una pequeña incomodidad hasta problemas de salud más serios.
Por ejemplo, el flickering de baja frecuencia es el más obvio y molesto, como ese fluorescente viejo de la cocina que no para de parpadear. Por otro lado, el flickering de alta frecuencia es más sutil, como un ninja de los parpadeos: no lo ves, pero tu cerebro sí lo nota.
Como antes se ha comentado, uno de los tipos más comunes de flickering en dispositivos modernos es el causado por la técnica PWM (Modulación por Ancho de Pulso). Suena a algo sacado de una película, pero en realidad es una técnica que usan muchas pantallas para controlar el brillo. Es eficiente, sí, pero puede ser un verdadero dolor de cabeza —literalmente— a niveles bajos de brillo.
¿Por qué debería importante tanto el ‘flickering’?
Ahora bien, ¿por qué deberías tenerle respeto al flickering? Aunque a menudo no te das cuenta conscientemente de su presencia, tu cerebro y tus ojos sí lo hacen, y no es que sea positivo. La exposición durante mucho tiempo al flickering puede causar una serie de problemas de salud, desde la fatiga visual hasta migrañas,
Además, puede aumentar los niveles de estrés y ansiedad, afectar tu capacidad de concentración e incluso, en casos extremos, desencadenar convulsiones en personas con epilepsia fotosensible.
Pero no todo son malas noticias. La industria tecnológica no se ha quedado de brazos cruzados frente a este problema. Se han desarrollado varias soluciones para acabar con el flickering, desde la tecnología DC Dimming —que ajusta el brillo sin usar PWM, como usar un regulador de intensidad en lugar de un interruptor on/off— hasta los monitores certificados como «Flicker-Free».
Además, muchos dispositivos de la actualidad cuentan con configuraciones personalizadas que permiten ajustar la frecuencia de actualización y el brillo. Por así decirlo, es como tener un panel de control para tus ojos, dándote el poder de crear un entorno visual más cómodo y saludable.