El Tribunal de Impugnación no hizo lugar a los cuatro planteos efectuados por la defensa de Ramiro Gutiérrez y confirmó la sentencia de 12 años, otorgada por el homicidio de Facundo Castillo.

Desde la defensa de Ramiro Gutiérrez se había objetado el modo en que se designó el juez técnico Guillermo Merlo, las instrucciones que el magistrado le ofreció al jurado popular, que el juicio se haya realizado en Cipolletti por una supuesta contaminación y la pena de 12 años que recibió el imputado.

Los abogados de Gutiérrez también sostuvieron que el jurado popular estuvo contaminado por la amplia trascendencia que el caso mantuvo en los medios de comunicación. Sobre ese argumento, el Tribunal no observó ninguna situación respecto de la actuación de los seis hombres y las seis mujeres que emitieron el veredicto. Además, recordó que los abogados pudieron ejercer el derecho de selección del jurado en la audiencia, ya que la ley prevé mecanismos de recusación con causa y sin causa.

El Tribunal concluyó que se cumplieron con los requisitos constitucionales y convencionales y que al momento de establecer la pena se tuvieron en cuenta el código penal, y la doctrina legal, los agravantes y atenuantes, incluso las cinco tentativas de homicidio que formaron parte de la acusación, por lo que las expresiones de la defensa para cambiar el veredicto se basan en disconformidades subjetivas.