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Desde el 1 de enero de 2025, la receta electrónica es la única modalidad válida para la prescripción de medicamentos en el país. Este nuevo sistema busca garantizar mayor seguridad, eficiencia y trazabilidad, conectando digitalmente a pacientes, médicos y farmacias.
La medida, reglamentada por el Decreto 345/2024, pone fin a las recetas en papel salvo excepciones específicas. Ahora, todas las recetas deben emitirse a través de plataformas aprobadas por el Registro Nacional de Plataformas Digitales Sanitarias (ReNaPDiS), lo que asegura un manejo más transparente y digitalizado de los medicamentos.
Para que una receta electrónica sea válida, debe incluir información detallada del médico y del paciente, como su identificación, diagnóstico y descripción completa del medicamento recetado, además de contar con firma digital del profesional de la salud.
Las recetas estarán disponibles en repositorios virtuales, permitiendo que las farmacias accedan de manera directa y segura a la información. Estos sistemas garantizan la privacidad y la integridad de los datos mediante protocolos de alta disponibilidad y recuperación.
Aunque el sistema electrónico es obligatorio, las recetas en papel seguirán siendo válidas en zonas con dificultades de conectividad o en casos de interrupciones técnicas. Las recetas emitidas antes del 31 de diciembre de 2024 también podrán utilizarse dentro de su vigencia habitual.
Esta implementación es parte de un ecosistema de salud digital más amplio, que incluye la integración de plataformas electrónicas con los repositorios mediante interfaces de programación de aplicaciones (API), facilitando el acceso y la interacción en todo el país.
El nuevo sistema trae múltiples ventajas, como la agilización en la dispensa de medicamentos, reducción de errores y simplificación de trámites administrativos. Además, proporciona a los profesionales herramientas para tomar decisiones más precisas en los tratamientos.
Actualmente, 17 jurisdicciones han adoptado leyes para implementar la receta electrónica, mientras otras trabajan en proyectos legislativos. Esta transición representa un avance hacia un sistema de salud más eficiente, accesible y confiable.