El reciente decreto del Gobierno que autoriza el autoservicio de combustibles en las estaciones de servicio ha generado un fuerte rechazo por parte de los trabajadores del sector. El Sindicato de Obreros de Estaciones de Servicio (Soesgype), que agrupa a los playeros, advirtió que esta medida traerá consigo una pérdida masiva de empleo y, en consecuencia, está analizando implementar acciones gremiales como respuesta.
Carlos Acuña, secretario general de Soesgype, calificó la medida como “una amenaza para los puestos de trabajo”, alertando sobre la desocupación que puede generar. Según el sindicalista, la implementación de esta medida beneficia a las petroleras y las estaciones de servicio, mientras que los trabajadores serán los principales perjudicados. Acuña subrayó que esta no es la primera vez que se intenta poner en marcha un sistema similar en Argentina, recordando que en la década de los 90 el autoservicio fracasó rotundamente.
El gremialista también expresó su desacuerdo con la argumentación del Gobierno, que asegura que esta iniciativa es un “avance tecnológico”. Acuña refutó esta afirmación, destacando que la experiencia de los años 90 demostró que los clientes no adoptaron el autoservicio. “Quieren vendernos que esto es una mejora, pero nunca funcionó”, enfatizó Acuña en una entrevista con Urbana Play.
Acuña también cuestionó los riesgos de seguridad que plantea el autoservicio, especialmente en lo que respecta a la manipulación del combustible por parte de los clientes sin la supervisión adecuada. «Cualquier incidente, sea o no culpa del cliente, recae sobre el dueño de la estación», alertó el sindicalista, haciendo hincapié en las posibles consecuencias negativas.
Por otro lado, el Gobierno asegura que la medida traerá un “precio más bajo y un beneficio para el consumidor”. Sin embargo, el líder sindical considera que este cambio no traerá ventajas para los usuarios ni para los empleados. “Lo único que se logra es más ganancia para las empresas, más peligro para los clientes y menos trabajo para los trabajadores”, expresó Acuña, quien considera que esta decisión está orientada a abaratar costos para las empresas a expensas de los puestos laborales.
Además, el sindicalista recordó que el salario de los playeros representa solo el 3% del precio total de los combustibles, sugiriendo que no es una parte significativa de los costos que se buscan reducir. Según Acuña, la medida tiene un trasfondo económico que favorece a las empresas, mientras que los trabajadores y los usuarios son los que más perderán.
La decisión del Gobierno de implementar el autoservicio en las estaciones de servicio se tomó con la intención de ofrecer una opción optativa para los usuarios, pero el rechazo de los playeros es un indicio de las graves implicancias laborales que puede generar. Los trabajadores consideran que esta medida solo beneficia a las empresas petroleras y no toma en cuenta las necesidades de los empleados ni los riesgos para los clientes.
Acuña cerró su intervención destacando que la industria de las estaciones de servicio no solo vende combustible, sino que también ofrece un servicio personalizado que no puede ser reemplazado por el autoservicio. Para los trabajadores, este cambio representa un reemplazo de empleos por tecnología, lo que podría tener un impacto negativo tanto en la calidad del servicio como en la vida laboral de más de 65.000 personas.
