Esteban Jocker, decano de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo), denunció recientemente una serie de robos que han afectado severamente las instalaciones y los recursos de la institución. En una entrevista radial, el decano detalló que se han producido seis robos desde abril, el más reciente de los cuales involucró la sustracción de tres animales de experimentación. Estos animales, de alta importancia para los equipos de investigación, fueron criados en la propia facultad para ahorrar recursos.
«Es un golpe durísimo en un contexto presupuestario muy difícil,» expresó Jocker. Los robos no solo han resultado en la pérdida de valiosos recursos, sino que también han involucrado un grado significativo de violencia. Se han roto cerraduras y otros mecanismos de seguridad, lo que ha desbordado el sistema de resguardo patrimonial de la facultad. A pesar de que la Fiscalía Federal está llevando adelante una investigación, los incidentes continúan, generando preocupación en la comunidad académica.
El decano señaló que los robos parecen realizados por personas con profundo conocimiento del área y sus recursos. En casos anteriores, se llevaron herramientas específicas y equipos de riego, lo que sugiere una intención de colocar estos objetos en el mercado negro. En el último incidente, fueron seleccionados los tres mejores animales de la facultad, lo que refuerza la hipótesis de un conocimiento interno del valor y utilidad de los recursos sustraídos.
«Estamos en una zona rural, lo que dificulta la implementación de medidas de seguridad,» agregó Jocker. La facultad ha incrementado las cámaras y luces, pero los delincuentes siguen encontrando formas de burlar estas mejoras. Además de los animales, se han robado herramientas de mano, mochilas de pulverización y una chipeadora, esta última recuperada gracias a la intervención de vecinos de Cinco Saltos.
El impacto de estos robos no se limita a lo material. Jocker enfatizó que la pérdida de animales de experimentación afecta directamente a los estudiantes y al desarrollo de investigaciones, ya que estos animales son parte esencial de los estudios de mejora genética en la facultad. El valor de los tres animales robados se estima en medio millón de pesos, y no son aptos para el consumo debido a su uso específico en investigación.
«Apelamos a la colaboración de la comunidad y de empresas locales para mejorar nuestras medidas de seguridad,» concluyó Jocker, quien también hizo un llamado a funcionarios de educación y de la Universidad Nacional del Comahue para que brinden apoyo tecnológico. La comunidad educativa espera que estos incidentes cesen y que se pueda garantizar la continuidad de las actividades académicas sin mayores interrupciones.