El asesinato de Rogelio San Miguel, taxista de Neuquén, marcó profundamente a la comunidad. Trece años después, su memoria sigue viva entre colegas y familiares, quienes continúan exigiendo justicia y recordando su legado.
El crimen ocurrió el 16 de julio de 2011. San Miguel, de 55 años, fue hallado muerto en su taxi con múltiples puñaladas. Según la investigación, el móvil del asesinato fue el robo, y los atacantes se llevaron su vehículo y una pequeña suma de dinero.
El impacto en la comunidad fue significativo. Los taxistas de Neuquén realizaron protestas para exigir mayores medidas de seguridad, y el gobierno provincial decretó dos días de duelo en honor a San Miguel. Su viuda, Sonia Frei, describió a Rogelio como la piedra angular de su familia y un hombre dedicado, cuyo liderazgo y amor por su familia dejaron una marca imborrable.
La investigación llevó a la detención de dos sospechosos: Gerardo Fuentes, condenado a cadena perpetua, y un menor de edad, quien recibió una pena menor. Los testimonios y pruebas, como las huellas dactilares y el análisis de ADN, fueron cruciales para llevar a juicio a los culpables.
La lucha por justicia sigue viva en la voz de su viuda, quien ha liderado marchas y manifestaciones. Sonia Frei pide a las autoridades que se pongan en su lugar y reflexionen sobre la pérdida de un ser querido de manera tan violenta. La dedicación de Sonia ha sido incansable, y su lucha es un testimonio del amor y la determinación por honrar a Rogelio.
Un monolito y una playa de estacionamiento cercana a la parada de Rogelio llevan su nombre, inmortalizando su legado y recordando a todos la importancia de la justicia y la seguridad en la comunidad.