
En un nuevo capítulo de la política estadounidense, dos senadores demócratas han solicitado al Pentágono y al Departamento de Justicia que investiguen presuntas comunicaciones entre Elon Musk, CEO de SpaceX, y altos funcionarios rusos, incluido el presidente Vladimir Putin. La petición surge en un contexto de creciente preocupación por la seguridad nacional, dado que SpaceX maneja contratos multimillonarios con el gobierno de Estados Unidos.
Preocupación por la Seguridad Nacional
Los senadores Jeanne Shaheen, miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores, y Jack Reed, presidente de la Comisión de Servicios Armados del Senado, enviaron una carta al fiscal general Merrick Garland instando a una investigación exhaustiva. Según los legisladores, “las relaciones entre un conocido adversario de EEUU y el Sr. Musk, beneficiario de miles de millones de dólares en fondos del gobierno de EEUU, plantean serias dudas sobre la fiabilidad del Sr. Musk como contratista del gobierno y titular de autorización de información clasificada”.
Contexto y reacciones
El interés por las comunicaciones de Musk con Moscú se intensificó tras un informe de The Wall Street Journal el mes pasado, que alegaba múltiples conversaciones entre Musk y funcionarios rusos, entre ellos Sergei Kiriyenko, un alto asesor de Putin. Este informe siguió a declaraciones previas del analista político Ian Bremmer, quien aseguró que Musk le comentó sobre una charla con Putin relacionada con la guerra en Ucrania y la amenaza nuclear. Musk negó haber discutido temas sensibles y afirmó que su última conversación con Putin sobre el espacio había ocurrido 18 meses antes.
SpaceX en la mira
La importancia de SpaceX en el ámbito gubernamental es innegable. La compañía gestiona contratos cruciales para el Pentágono y la comunidad de inteligencia estadounidense. Esta relación privilegiada, combinada con las alegaciones de contacto con Rusia, preocupa a los senadores, quienes advierten que Musk podría ser inhabilitado de contratos gubernamentales si se confirman las acusaciones.
“El diálogo con Rusia podría comprometer la seguridad nacional de Estados Unidos”, subrayaron Shaheen y Reed, destacando la necesidad de una investigación inmediata. Hasta el momento, ni SpaceX, ni el Departamento de Justicia, ni Musk han respondido a estas acusaciones.
Implicaciones políticas
La solicitud de investigación llega en un momento políticamente sensible. Musk es un aliado declarado del presidente electo Donald Trump, habiendo contribuido con más de 119 millones de dólares a su campaña. Además, Trump ha designado a Musk como codirector del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental, una decisión que algunos críticos ven como una señal de favoritismo hacia el empresario.
Mientras tanto, el regreso de Trump a la Casa Blanca podría complicar cualquier investigación federal sobre Musk. No obstante, el llamado de los senadores refleja la creciente preocupación en círculos demócratas sobre la influencia extranjera y la integridad de los contratistas gubernamentales en un contexto de tensiones internacionales.