Los trabajadores del EPAS realizaron una manifestación en la sede central ubicada en Santiago del Estero y Belgrano, forma parte de la medida que fuerza con retención de actividades que se extenderá por 48 horas.
Pablo Azua, delegado de ATE indicó: “Es la continuidad del plan de lucha, hay una situación gravísima de vaciamiento de base, vemos abandono del EPAS. Es nuestra fuente laboral y estamos dispuesta a defenderla para que no cierre, porque en cualquier momento el servicio va a fallar”.
Pablo Azua plantea que la cantidad de trabajadores no alcanza a cubrir las demandas para garantizar el servicio. Agregó que es necesario el ingreso de trabajadores en puestos claves como en el laboratorio donde se establece la calidad del agua potable que se suministra a la comunidad, la cuadrilla que hace mantenimiento de los caños de agua y cloaca. También se solicita la incorporación de trabajadores en la represa de Villa El Chocón para el bombeo y reparaciones de la red.
“Necesitamos más personal, no podemos recargar más a los pocos que están. En el 2008 nosotros hicimos un relevamiento para nuestro convenio colectivo de trabajo, eran 630 compañeros. Este año somos 700 empleados, más de 15 años después, siendo que se agregaron servicios nuevos como la planta de Mari Menuco, Los Barreales, Andacollo” expresó el delegado de ATE.
Los trabajadores también exigen la normalización de los procesos administrativos, ya que con el cambio de gestión se atrasaron expedientes y autorizaciones para la compra de recursos, reparación de máquinas y vehículos utilizados en el servicio.
“Al presidente lo nombraron pero todavía no está funcionando el directorio, toda la estructura de cargos no está nombrada. Están retrasadas las firmas, se atrasan todos los trámites, por ejemplo se rompió una camioneta, no se puede contratar nada porque no hay firma, eso nos entorpece mucho” manifestó Azua.
Ante la posibilidad de una convocatoria de las autoridades del EPAS a los trabajadores, Pablo Azua destacó “Nosotros nos estamos reuniendo pero no se soluciona, los buenos tratos los tienen hacia arriba y hacia abajo pero no nos solucionan. Ya pasamos la transición, ahora necesitamos que atiendan todos los faltantes que tenemos”.
“Nosotros lo que planteamos es que necesitamos recursos, no estamos diciendo de cobrarle al vecino el saneamiento del agua potable, porque implica un trabajo, un movimiento de terreno instalar nuestras redes. Nosotros lo que necesitamos son recursos y respaldo político para que el servicio funcione” concluyó Azua.
