El sábado, tras 12 días de agonía, Ana Paula Costas, una mujer trans de 43 años, falleció en San Salvador de Jujuy a causa de un ataque de odio que la dejó gravemente herida. El brutal hecho ocurrió en la madrugada del 27 de agosto cuando Ana Paula caminaba hacia su casa en el barrio Alto Comedero. Fue atacada por varios hombres que la golpearon con un objeto contundente y la abandonaron, dejándola malherida en la calle.
Yesica, sobrina de Ana Paula, relató que la víctima pudo describir brevemente el ataque: «Paró un auto y unos hombres la atacaron de atrás». Poco después de ser encontrada, fue trasladada al Hospital Pablo Soria, donde los médicos informaron que había sufrido una contusión cerebral y otras lesiones graves. A pesar de los esfuerzos médicos, Ana Paula no logró recuperarse y falleció el 9 de septiembre.
Un reclamo que sigue: Justicia y solidaridad
El ataque a Ana Paula ha conmocionado no solo a su familia, sino también al colectivo LGBTIQ+ de Jujuy y al país entero. Andrea Alarcón, referente de Damas de Hierro, expresó su indignación: «Es un travesticidio, un crimen de odio». Además, hizo un llamado para que se agilicen las investigaciones y se revisen las cámaras de seguridad de la zona para identificar a los agresores. «Esperamos que nos brinden información y que se investigue», añadió.
En respuesta al crimen, la Fundación Damas de Hierro y diversas organizaciones LGBTIQ+ convocaron a un cartelazo frente a la Legislatura de Jujuy el lunes 9 de septiembre. Familiares, amigos y activistas se unieron en reclamo de justicia por Ana Paula, exigiendo respuestas a las autoridades y visibilizando la violencia estructural que sigue afectando a la comunidad travesti-trans.
«Ella era la alegría de la casa, la compañía de mi mamá. Pedimos justicia. Que si alguien sabe algo, le pedimos que se acerque», dijo con profundo dolor la hermana de Ana Paula durante la manifestación. A su lado, militantes y diputados locales, como Natalia Morales (Frente de Izquierda), María Uriondo (PJ) y Patricia Armella (PJ), presidenta de la Comisión de Género, acompañaron el reclamo y exigieron mayor celeridad en la investigación.
Una vida marcada por la lucha y la exclusión
Ana Paula fue recordada por sus compañeras como una mujer solidaria y alegre. «Tuvo una vida muy sufrida, la inseguridad y la prostitución nos siguen matando», expresó una activista en redes sociales. Hace diez años, Ana Paula fue coronada reina de la comunidad trans en Jujuy, donde se destacó por su participación en actividades y por su apoyo a quienes la rodeaban.
A pesar de ser una figura querida en su comunidad, la vida de Ana Paula también estuvo marcada por la vulnerabilidad, una situación común para muchas mujeres trans que, debido a la exclusión social, se ven obligadas a recurrir a la prostitución como medio de vida.
Un crimen sin detenidos
Hasta el momento, no hay detenidos por el ataque a Ana Paula. El caso continúa en investigación, y las autoridades locales han hecho un llamado a quienes puedan aportar información para que se acerquen a colaborar. La familia y el colectivo LGBTIQ+ exigen que no se deje de buscar justicia por este travesticidio, y seguirán movilizándose hasta que los responsables sean identificados y condenados.
La muerte de Ana Paula Costas es un recordatorio doloroso de la violencia sistemática que sigue afectando a las personas trans en Argentina, y una urgencia para que el Estado y la sociedad actúen de manera decidida contra estos crímenes de odio.