Turquía firma un acuerdo a largo plazo con Shell para el suministro de gas natural licuado

Turquía ha dado un paso clave en su estrategia energética al firmar un contrato de suministro de gas natural licuado (GNL) con la empresa británica Shell. El acuerdo, que entrará en vigor en 2027, compromete a Shell a suministrar a Turquía 4.000 millones de metros cúbicos de GNL anualmente durante diez años. Detalles del acuerdo […]

Turquía ha dado un paso clave en su estrategia energética al firmar un contrato de suministro de gas natural licuado (GNL) con la empresa británica Shell. El acuerdo, que entrará en vigor en 2027, compromete a Shell a suministrar a Turquía 4.000 millones de metros cúbicos de GNL anualmente durante diez años.

Detalles del acuerdo

El acuerdo fue presentado por el ministro de Energía de Turquía, Alparslan Bayraktar, en una rueda de prensa celebrada en Ankara. Durante el evento, Bayraktar destacó la importancia de la cooperación entre Turquía y Shell, que ya ha durado casi un siglo. Este nuevo contrato no solo asegurará el suministro energético para Turquía, sino que también servirá como base para ampliar la colaboración entre ambas partes en otros sectores energéticos.

Turquía, que consume aproximadamente 50.000 millones de metros cúbicos de gas al año, ha dependido tradicionalmente de países como Rusia, Azerbaiyán e Irán para sus importaciones de gas. Gran parte de este gas llega a través de gasoductos, mientras que otro tercio se importa en forma de GNL, principalmente desde Argelia y Nigeria.

Contexto energético en Turquía

Aunque Turquía ha comenzado a explotar yacimientos de gas en el Mar Negro, su producción local todavía es limitada. En 2023, la producción alcanzó los 1.600 millones de metros cúbicos, pero el Gobierno espera aumentar esta capacidad a lo largo de los próximos años. Se proyecta que la producción llegue a 13.000 millones de metros cúbicos anuales para 2050, lo que contribuiría significativamente a la autosuficiencia energética del país.

Turquía cuenta con una infraestructura de gas capaz de canalizar entre 70.000 y 80.000 millones de metros cúbicos al año. Esta capacidad no solo cubre la demanda interna, sino que también permite al país exportar gas a sus vecinos europeos, incluidos Bulgaria, Rumanía, Hungría y Serbia.

Implicaciones futuras

El acuerdo con Shell refuerza la posición de Turquía como un actor estratégico en el mercado energético, tanto en términos de importación como de exportación de gas. Además, este contrato a largo plazo forma parte de una estrategia más amplia para diversificar las fuentes de energía y reducir la dependencia de los proveedores tradicionales. Con el tiempo, la combinación de importaciones y producción local podría cambiar drásticamente el panorama energético en Turquía y sus relaciones con otros países.

Esta alianza con Shell subraya la importancia de Turquía en la región como un centro de distribución de gas para Europa, y es una señal de que el país está apostando fuertemente por el GNL como una fuente de energía clave en los próximos años.

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