Ucrania corta tránsito de gas ruso y Europa tiene que resolver la demanda

Las entregas de gas ruso a Europa, transitando por Ucrania, cesaron este miércoles tras la expiración del contrato quinquenal firmado en 2019, lo que deja a varios países europeos en una situación crítica en pleno invierno. La medida, celebrada por Ucrania, genera inquietud en Eslovaquia, Moldavia y Hungría, mientras Polonia aplaude como una victoria estratégica […]

Las entregas de gas ruso a Europa, transitando por Ucrania, cesaron este miércoles tras la expiración del contrato quinquenal firmado en 2019, lo que deja a varios países europeos en una situación crítica en pleno invierno. La medida, celebrada por Ucrania, genera inquietud en Eslovaquia, Moldavia y Hungría, mientras Polonia aplaude como una victoria estratégica frente a Moscú.

«Es un acontecimiento histórico», declaró el ministro ucraniano de Energía, Guerman Galuchtchenko, tras confirmar la interrupción definitiva del tránsito. Desde las 8 de la mañana, Gazprom, el gigante ruso, anunció el cese, argumentando que Ucrania rechazó prolongar el acuerdo, dejando sin soporte técnico y legal la continuidad de las entregas.

Para el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, este corte es una derrota significativa para Moscú. Antes de la guerra, más de 130.000 millones de m³ de gas atravesaban Ucrania hacia Europa; hoy, el tránsito es nulo. Rusia ahora solo exporta gas a través del TurkStream y Balkan Stream, además del gas natural licuado (GNL) transportado por buques.

Eslovaquia, dependiente en un 65% del gas ruso que transitaba por Ucrania, enfrenta graves desafíos. Su primer ministro, Robert Fico, cercano a Vladimir Putin, advirtió sobre las repercusiones para la Unión Europea (UE). Su reciente visita a Moscú para buscar soluciones provocó tensiones con Ucrania.

Hungría, aunque menos afectada gracias al TurkStream, muestra resistencia a abandonar el tránsito ucraniano. Su primer ministro, Viktor Orban, también aliado de Putin, asegura que explorará todas las opciones disponibles para minimizar los impactos en su país.

Polonia, en cambio, ve el fin del tránsito como una victoria estratégica. El ministro de Relaciones Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski, destacó que cortar la capacidad de exportación directa de Rusia refuerza las medidas tomadas por la UE contra Moscú desde la invasión de Ucrania.

El impacto inmediato se refleja en el alza de precios del gas en Europa. El contrato TTF holandés alcanzó los 50 euros por megavatio hora, el nivel más alto desde octubre de 2023. Aunque menor al pico de 350 euros en 2022, sigue siendo significativamente más elevado que el promedio previo a la guerra.

Moldavia, por su parte, enfrenta una crisis severa debido a la interrupción del suministro de Gazprom. La región separatista de Transnistria ya sufre cortes de gas y calefacción, afectando a escuelas y jardines de infantes. El gobierno moldavo acusa a Rusia de chantaje, mientras recibe apoyo energético de Rumania para evitar una catástrofe mayor.

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